En un tiempo me sentía algo fuera de lugar porque la ropa o el calzado que usaba no era el que "estaba de moda". Lo mismo con mi gusto por el folckore nacional (y el extrajero) y hasta no hace mucho, por mi elección alimenticia (macrobiótica). Sinembargo, todas esas cosas me constituyeron en esta persona que soy además, obviamente, de muchas otras que no vienen al caso ser mencionadas). Pero en estos últimos tiempos, me siento verdaderamente una privilegiada que viene saliendo ilesa de la división celular a la que veo que la mayoría de las personas están sucumbiendo.
Un aparatito cada vez más chiquito, cada vez más sofisticado, cada vez más voráz, se está tragando la atención, las miradas, los deseos, las palabras..., en fin, todas esas cosas que solíamos compartir a diario y que de alguna manera nos "conectaba".
Hoy, si uno presta atención en la calle, en el cine, en el colectivo, casi el 90 % de las personas tienen sólo una mano disponible para todo...porque en la otra llevan un celular al cual no le quitan la vista de encima casi en ningún momento. la cabeza gacha, el pulgar (casi siempre el derecho), a full, tecleando sin parar y una expresión casi vacía, inagotablemente obsesionada con ...¿comunicarse?...
Yo creía que estaba un poco fuera de moda con mis pelos largos y mis topper blancas, pero ahora que llevo las dos manos vacías y la mirada al horizonte me pregunto si esta division será solo celular, si será, al menos reversible...