La foto que presenta, superando todo límite, este Blog es más que elocuente. Fue un golpe de suerte, producto de mi ignorancia de los misterios de la web... la subí en un tamaño normal, y se convirtió en ese tunel por el que una, uno, puede escaparse a caminar.
Así también este primer atardecer de primavera se me ha regalado durante una caminata de dos horas ida y vuelta de Flores a Paternal ida acompañada, sola de vuelta. Llegué muy cansada y sin fotos, porque no era precisamente un viaje de placer, pero fue tan intensa la sensación que me produjo la mezcla entre la temperatura y la luz del atardecer que aún recuerdo lo que hubiera fotografiado... solo es cuestión de volver.
Hay días en que las imágenes lo llenan todo... no hay espacio para las palabras... y hay otros en los que corremos el riesgo de perderlas de vista para siempre, entonces es cuando resulta necesario invocarlas con palabras.
Así también este primer atardecer de primavera se me ha regalado durante una caminata de dos horas ida y vuelta de Flores a Paternal ida acompañada, sola de vuelta. Llegué muy cansada y sin fotos, porque no era precisamente un viaje de placer, pero fue tan intensa la sensación que me produjo la mezcla entre la temperatura y la luz del atardecer que aún recuerdo lo que hubiera fotografiado... solo es cuestión de volver.
Hay días en que las imágenes lo llenan todo... no hay espacio para las palabras... y hay otros en los que corremos el riesgo de perderlas de vista para siempre, entonces es cuando resulta necesario invocarlas con palabras.