martes, 20 de julio de 2010

Abrir

Este fue siempre el lugar signado por las palabras dolorosas, por las medio muertas, por las enojadas. Este fue como el purgatorio de las palabras, el lugar a donde venir a vomitar lo poco que quedaba o se podía, y de últimas, me cayó de regalo...; yo no lo tenía previsto. Pero me hice cargo y lo llené con palabras crueles y rojas, con palabras que jamás rozaron siquiera lo que hubiese querido, pero claro... eran palabras pródigas..., recién venidas...y yo tan torpe, tan inexperta...
somos así los humanos: limitados, estructurados y concretos; por más altura que logremos en un vuelo seguimos siendo seres terrestres.
Trataré encontar la manera de no abandonar mis palabras aquí..., de escucharlas, de entender qué quieren decir.