sábado, 12 de diciembre de 2009

Quiza...


En el fondo del mar se hallan algunos de los más inescrutables misterios.

El mar es como el cielo, sólo que tenemos la falsa sensación de que está más a nuestro alcance porque podemos acariciar sus orillas, mojarnos en él, saborear su alcalino beso y hasta tocar algunos de sus tesoros.
Pero por más lejos que podamos llegar, siempre quedará un rincón sin explorar, y allí, en en fondo de la negrura infinita, puede que se halle otra vez el cielo.