miércoles, 22 de septiembre de 2010

Calipso- Las pastillas del abuelo

Poema de Primavera



¡Toda la primavera dormía entre tus manos!
Iniciaste en un gesto la fiesta de las rosas
y erguiste, enajenada,
esa flecha de luz que impregna los caminos.
¡Toda la primavera!
Fervores del instante transido de capullos,
gracia tímida y leve del perfume sin rastro,
caricias que despiertan el sexo de las horas.
Brotaron de tus palmas en éxtasis gozoso
los trinos y las brisas. Y tu ademán secreto
despertó en rubores la pubertad del mundo.
¡Todo vino por ti! Porque tus manos lentas
ciñeron brevemente mi carne estremecida,
porque al rozar mi cuerpo
despertaste una flor que trae la primavera.


Ernestina de Cchamporucín



lunes, 13 de septiembre de 2010

El Regreso


Vuelvo a su boca, no a su pensamiento. Vuelvo a sus manos, no a su verborragia. Vuelvo a su aliento, no a su mirada inquisidora. Vuelvo a hacerme piel de su silencio y a caminar descalza entre el sueño y el desvelo. Vuelvo transformada en pequeños latidos, en mínimos gestos. Voy volviendo de a poco.
A veces me detengo. Me acomodo la falda, me miro un poco al espejo y sí, estoy bastante despeinada. Pero bueno, vengo de lejos; soy su Palabra.