Una mezcla intensa de sensaciones, una mirada tan profunda que las palabras huelgan, un sueño escurridizo, una voz inconfundible.
Todo parece converger de manera discreta, acomodándose despacio, casi imperceptiblemente, como una corriente subterránea que trajo la marea.
Y llega el fin de año, y las reuniones, las fiestas. Mientras pasan los rostros, los recuerdos, los balances y va llegando el tiempo de ocuparse de "otras cuentas".
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